Mínimo impacto ambiental

El proceso de extracción de litio en el Salar de Atacama implica que las impurezas, que son devueltas al Salar, son los mismos elementos que ya estaban en la cuenca.

En tanto, en Salar del Carmen, en Antofagasta, los residuos del proceso son sales de magnesio y carbonato, los que se almacenan en la misma planta.

Debido a la naturaleza del Salar, la corteza de sal y la gran distancia (25-30 km) de cualquier población, las actividades mineras no producen polvo ni otros impactos, como ruidos.

El transporte del producto a las plantas o al puerto en Antofagasta se realiza a través de un camino especial de más de 145 km (construido por SQM), que conecta la carretera principal chilena, por lo que no pasa por las ciudades de la cuenca del Salar.

Todos los desechos se transportan a sitios autorizados fuera del Salar.

No hay productos químicos u otros involucrados en la extracción, concentración o purificación de litio en el Salar.

SQM diseñó un proceso de concentración mediante el uso de energía solar para concentrar la salmuera y precipitar las sales que contiene, generando así una salmuera concentrada de LiCl sin la necesidad de agregar materiales externos.

Las sales precipitadas en el proceso se usan principalmente para la producción de potasa, otras como NaCl y MgCl2, aunque se comercializan en cantidades bajas, se almacenan en el Salar.

Por lo tanto, no hay contaminación significativa en el Salar de Atacama debido al proceso.

En Antofagasta se procesa la salmuera concentrada, se lleva a cabo la purificación final y las reacciones con otras materias primas para producir Li2CO3 y LiOH. Los desechos de este proceso son sales y salmueras que contienen principalmente carbonato, calcio, magnesio y pequeñas cantidades de litio que se almacenan en la planta después de la evaporación de la salmuera.