Ciclo vital del Litio (Life Cycle Assessment del Litio)

Ciclo vital del litio (Life Cycle Assessment del Litio)

El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta de gestión medioambiental que analiza de forma objetiva, metódica, sistemática y científica el impacto ambiental que genera un proceso o producto durante su ciclo de vida completo.

Es una herramienta destinada a la comparación y no a la evaluación absoluta. Ayuda a los responsables de la toma de decisiones a revisar los principales impactos ambientales. Dado que el ACV es un método de uso intensivo de datos, la disponibilidad de información adecuada y confiable es un tema fundamental y, por ello, se han desarrollado internacionalmente diversas bases de datos, como GaBi, ecoinvent, IBO y otras.

Siguiendo los principios básicos de la evaluación del ciclo vital, los cálculos se basan en las normas ISO 14040, 14044 o 14067 y la norma PAS2050 relacionada con el producto en específico. También se aplica el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y las recomendaciones de cálculo de emisiones de acuerdo con su potencial de calentamiento global.

SFig. 1: fases de un ACV. De la Organización Internacional de Normalización (2006) Gestión ambiental – LCA – principios y marco. ISO 14040. Ginebra: ISO.

Los pasos necesarios para el análisis son:

    • De puerta a puerta (gate to gate): contempla únicamente las actividades o el proceso productivo de la empresa a la que se aplica.
    • De cuna a puerta (cradle to gate): considera desde la extracción y acondicionamiento de materias primas hasta el proceso productivo de la empresa.
    • De puerta a tumba (gate to grave): revisa el proceso productivo de la empresa hasta la fase de gestión de los residuos que genera el producto.
    • De cuna a tumba (cradle to grave): analiza desde el acondicionamiento de las materias primas hasta el último tratamiento de los residuos a través del reciclaje u otras alternativas.
    • De cuna a cuna (cradle to cradle): estudia el ciclo de vida completo del producto. Va desde el acondicionamiento de las materias primas hasta que el producto, tras quedar fuera de uso, se reintroduce en el mismo proceso productivo o en otro.

LCA para carbonato de litio

Los valores para el carbonato de litio difieren según las bases de datos:

Desde la cuna a la puerta datasets

Data base Ton CO2/ton Li2CO3
Ecoinvent 3.1 2
GREET 2016 3,3

LCA para Hidróxido de Litio:

LiOH • H2O es producido de diversas maneras, por diferentes compañías, desde distintos recursos naturales, lo que significa que no hay una sola intensidad de producción de LiOH • H2O CO2, sino un rango para una variedad de productos LiOH • H2O ofrecidos por compañías que realizan operaciones. Minviro realizó un LCA para hidróxido de litio de procesos disímiles.

RESULTADOS

LiOH • El H2O producido a partir de salmuera tiene la intensidad de CO2 más baja del mercado actual.

Por otro lado, la intensidad de CO2 del procesamiento del concentrado de espodumeno en China es la más alta del mundo.

CICLO DE VIDA DEL LITIO

Comprometidos con el cuidado del medio ambiente, en SQM trabajamos los procesos de producción bajo estrictos estándares nacionales e internacionales. Por esa razón, una de las acciones más importantes de la operación es medir el impacto que tiene la producción de litio de la compañía, tanto en el medio ambiente como en comunidades y zonas de operación. Se trata del Análisis de Ciclo de Vida, una herramienta de gestión medioambiental que analiza de forma objetiva, metódica, sistemática y científica el impacto ambiental que genera un proceso o producto durante su ciclo de vida completo.

Un ítem importante que se mide es la huella de carbono de la operación y sus productos. En el caso del litio, el proceso es medido bajo estrictos, exigentes y prestigiosos estándares internacionales, bajo las normas ISO standards 14040 y 14044. Actualmente, la compañía pudo medir bajos tres variables de medición, basados en el uso de energía, consumo de agua, y CO2 de las operaciones; se trata de un estudio realizado por Afry, cuyos resultados son utilizados para el desarrollo de distintos procesos en las operaciones propias de SQM y para comunicarlos, según sea el caso, a distintos públicos de interés. Para los cálculos de estos estudios se aplican las normas LCA ISO 14040 y 14044.

El estudio entrega un documento que permite definir los niveles de CO2, energía y consumo de agua con el objetivo de mantener actualizadas y controladas las emisiones de la operación y el ciclo de vida del producto. Este método permite calcular el aporte de las emisiones para la fabricación de materiales de cátodo y baterías de ion litio. Existe, además, una fortaleza que es reputacional, ya que es un laboratorio de Estados Unidos, que depende del Departamento de Energía de ese país, el cual brinda respaldo y credibilidad a las informaciones que emanan de sus estudios.

CONSUMO DE ENERGÍA

El proceso de producción de litio de SQM tiene el menor consumo de energía en comparación a la producción de litio a base de espodumeno. Esta afirmación se basa en que durante 2018 aproximadamente la mitad de la producción mundial de litio provino de espodumeno y la otra mitad de salmuera como es el caso de SQM Lithium, y según un análisis de ciclo de vida realizado por SQM y la consultora Afry, SQM tiene un bajo consumo energético.

Según el análisis del ciclo de vida de SQM Lithium proporcionado por AFRY, la huella hídrica en la producción de salmuera es significativamente menor que en la producción de roca dura australiana (espodumeno) refinada en China. Por ejemplo, SQM requiere aproximadamente 22,5 litros de agua por kilogramo de carbonato de litio para todo el proceso si no se incluye el consumo de agua de los productos suministrados (puerta a puerta). En el LCA, el consumo de agua fue calculado por SQM (cradle to customer) según ISO 14040 y 14044.

Durante 2018, el carbonato de litio y el hidróxido de litio producidos a partir de la salmuera y el espodumeno se consumieron casi en partes iguales y, según nuestras estimaciones, podemos decir que solo 1/3 de la huella de carbono total fue generada por la producción basada en la salmuera como es el caso de SQM Lithium. Eso significa que el litio de SQM tiene una de las huellas de carbono más bajas del mundo.

* Estudio SQM de Afry (datos mundiales de 2018). La comparación se realizó con la espodumeno australiana, refinada en China.

* LCA: En base a información de SQM.

Fuentes:

https://www.sqmlithium.com

https://www.gabi-software.com/fileadmin/Documents/GaBi_Modelling_Principles_2018.pdf

Takano A, Winter S, Hughes M, Linkosalmi L, Comparison of life cycle assessment databases: A case study on building assessment, Building and Environment (2014), doi: 10.1016/j.buildenv.2014.04.025.

The Life Cycle Energy Consumption and Greenhouse Gas Emissions from Lithium-Ion Batteries – A Study with Focus on Current Technology and Batteries for Light-duty Vehicles. IVL Swedish Environmental Research Institute 2017.

Grant A, Deak D, Pell R. The CO2 Impact of the 2020s Battery Quality Lithium Hydroxide Supply Chain. Minviro, January 2020.

Fiscalización ambiental en el Salar de Atacama

Fiscalización ambiental en el Salar de Atacama

La legislación ambiental en Chile es estricta y establece que la operación de un proyecto productivo, en particular los asociados a la minería, deben someterse a un robusto Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, el cual debe dar cuenta de todos los eventuales impactos ecológicos y en la población humana de una operación.

Este proceso es revisado por todas las agencias gubernamentales relevantes y está abierto, previo a su aprobación o rechazo, a observaciones de todas las partes interesadas. Si finalmente se considera que se cumple con todas las reglas para funcionar, se establecen férreos sistemas de monitoreo, mitigación y compensación, de ser requerido.

Todos los proyectos aprobados son, además, supervisados continuamente, y la fiscalización, de mostrar deficiencias, puede implicar la detención o cierre de las operaciones.

Toda la información sobre las evaluaciones y el control del proyecto está disponible en línea, en plataformas públicas de las agencias gubernamentales relevantes.

SQM se preocupa de cumplir con la legislación chilena y, por su compromiso medioambiental, aplica procedimientos de estándar internacional.

Impacto de la extracción de salmuera

Impacto de la extracción de salmuera

La salmuera es un recurso natural y su extracción no afecta significativamente el ecosistema en el Salar.

SQM tiene un sistema de monitoreo robusto y un plan de alerta temprana que le permite conocer en línea la situación de las salmueras en que trabaja, a través de un núcleo independiente de la zona este.

Durante los 25 años que SQM ha operado en el Salar, el nivel de salmuera donde se realiza la extracción ha disminuido entre 0,5 y cinco metros; sin embargo, los niveles de agua dulce en los ecosistemas sólo han mostrado una variación de +/- 10 cm.

Control de huella de carbono

Control de huella de carbono

Dado que en SQM el 96% del uso de energía es solar, la huella de carbono del hidróxido de litio y del carbonato de litio, en base a salmuera, es muy pequeña.

El proceso de producción de hidróxido de litio de SQM produce menos de 9 kg de CO2 eq / kg. El 56% de las emisiones corresponde a las materias primas externas utilizadas en el proceso de producción.

En comparación, la huella de carbono del cobalto es similar y la del oro es ~ 2000X la huella de carbono del hidróxido de litio de SQM.

Desde 2015, además, SQM ha reducido sus emisiones en más del 20%.

Protección de flamencos

Protección de flamencos

SQM opera en una región, la de Antofagasta, donde se creó en 1990 la Reserva Nacional Los Flamencos, dividida en diferentes sectores localizados dentro de la comuna de San Pedro de Atacama.

En la zona existen tres tipos de flamencos salvajes: el Andino, que es clasificado como “vulnerable”, el Chileno y el James.

Por sus características naturales, los flamencos son aves migratorias que se mueven, dependiendo de sus necesidades, entre Chile, Bolivia, Argentina y Perú.

La información recopilada por SQM y la estatal Corporación Nacional Forestal (CONAF) dan cuenta de que la población de flamencos no ha disminuido en los sectores donde opera SQM.

Programa de monitoreo y Conaf

Desde 1995, la empresa SQM ha participado en un programa de monitoreo ambiental como parte de un acuerdo de colaboración con la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Este programa se lleva a cabo en los meses de enero, abril, junio y octubre de cada año, y tiene por objetivo detectar oportunamente los cambios en la superficie y profundidad de los lagos, la población de aves, el suministro de alimentos para los flamencos, las condiciones físicas y químicas locales y las actividades humanas, entre otras.

Como resultado de este programa de monitoreo, la compañía ha recopilado datos de 20 años sobre poblaciones de flamencos en el Salar de Atacama y ha contribuido a las actividades realizadas por CONAF, incluido un censo anual de flamencos en aproximadamente 52 humedales altoandinos en el norte de Chile y en la Región de Antofagasta, desde hace más de 20 años.

La empresa SQM ha estado monitoreando voluntariamente el ciclo reproductivo de los flamencos desde 2007, observando las tres especies de flamencos en la zona: Andino, Chileno y James.

Los gráficos demuestran los censos de enero y abril de 2019.

Es importante comentar que durante el verano de 2020 se realizó el censo, pero comenzaron las lluvias y no se pudo terminar el monitoreo hasta febrero. Dicho evento, considerando su gran magnitud, claramente afectó la presencia de las aves. Por otro lado, en abril se puede observar que hubo un aumento, siendo la abundancia relativamente semejante a los años 2017 y 2018.

Control estatal de la extracción

Control estatal de la extracción

El permiso de la autoridad ambiental permite extraer 1.600 l/s de salmuera y existe una estricta fiscalización para que no se sobrepase este límite. De acuerdo con la evaluación de la autoridad, la actividad, bajo estas condiciones, no debería generar ningún impacto significativo.

Mínimo impacto ambiental

Mínimo impacto ambiental

El proceso de extracción de litio en el Salar de Atacama implica que las impurezas, que son devueltas al Salar, son los mismos elementos que ya estaban en la cuenca.

En tanto, en Salar del Carmen, en Antofagasta, los residuos del proceso son sales de magnesio y carbonato, los que se almacenan en la misma planta.

Debido a la naturaleza del Salar, la corteza de sal y la gran distancia (25-30 km) de cualquier población, las actividades mineras no producen polvo ni otros impactos, como ruidos.

El transporte del producto a las plantas o al puerto en Antofagasta se realiza a través de un camino especial de más de 145 km (construido por SQM), que conecta la carretera principal chilena, por lo que no pasa por las ciudades de la cuenca del Salar.

Todos los desechos se transportan a sitios autorizados fuera del Salar.

No hay productos químicos u otros involucrados en la extracción, concentración o purificación de litio en el Salar.

SQM diseñó un proceso de concentración mediante el uso de energía solar para concentrar la salmuera y precipitar las sales que contiene, generando así una salmuera concentrada de LiCl sin la necesidad de agregar materiales externos.

Las sales precipitadas en el proceso se usan principalmente para la producción de potasa, otras como NaCl y MgCl2, aunque se comercializan en cantidades bajas, se almacenan en el Salar.

Por lo tanto, no hay contaminación significativa en el Salar de Atacama debido al proceso.

En Antofagasta se procesa la salmuera concentrada, se lleva a cabo la purificación final y las reacciones con otras materias primas para producir Li2CO3 y LiOH. Los desechos de este proceso son sales y salmueras que contienen principalmente carbonato, calcio, magnesio y pequeñas cantidades de litio que se almacenan en la planta después de la evaporación de la salmuera.

Programa de monitoreo y CONAF

Programa de monitoreo y CONAF

Robusto sistema de monitoreo

Desde 1995, la empresa SQM ha participado en un programa de monitoreo ambiental como parte de un acuerdo de colaboración con la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Este programa se lleva a cabo en los meses de enero, abril, junio y octubre de cada año, y tiene por objetivo detectar oportunamente los cambios en la superficie y profundidad de los lagos, la población de aves, el suministro de alimentos para los flamencos, las condiciones físicas y químicas locales y las actividades humanas, entre otras.

Como resultado de este programa de monitoreo, la compañía ha recopilado datos de 20 años sobre poblaciones de flamencos en el Salar de Atacama y ha contribuido a las actividades realizadas por CONAF, incluido un censo anual de flamencos en aproximadamente 52 humedales altoandinos en el norte de Chile y en la Región de Antofagasta, desde hace más de 20 años.

La empresa SQM ha estado monitoreando voluntariamente el ciclo reproductivo de los flamencos desde 2007, observando las tres especies de flamencos en la zona: Andino, Chileno y James.

Los gráficos demuestran los censos de enero y abril de 2019.

Es importante comentar que durante el verano de 2020 se realizó el censo, pero comenzaron las lluvias y no se pudo terminar el monitoreo hasta febrero. Dicho evento, considerando su gran magnitud, claramente afectó la presencia de las aves. Por otro lado, en abril se puede observar que hubo un aumento, siendo la abundancia relativamente semejante a los años 2017 y 2018.

La salmuera no es agua dulce

La Salmuera no es agua potable

En el Salar de Atacama se formaron naturalmente salmueras que, para la extracción del litio, se ven naturalmente favorecidas por la elevada gradiente geotérmica del sector. Son pozas que se encuentran saturadas de cloruro de sodio y altas concentraciones de potasio, magnesio, boro, sulfatos y litio. Pese a que en estas cuencas también se encuentra agua, esta no es apta para el consumo humano ni animal.

¿Por qué? Imagina un vaso de agua dulce, uno de agua de mar y uno de salmuera. El primero tiene un máximo de 1.500 mg/l de sólidos disueltos totales (TDS) y es, por tanto, bebestible. Si tiene hasta 5.000 mg/l de TDS, no se puede tomar, pero sirve para el riego. El agua de mar tiene 35.000 mg/l de TDS. Podría, tras varios tratamientos, ser desalinizada y transformada en apta para el consumo humano. La salmuera, en cambio, es mucho más compleja: tiene una concentración de TDS de más de 300.000 mg/l, además de otros minerales, por eso la extracción de elementos desde las salmueras del Salar de Atacama no afecta directamente los recursos de agua dulce de la zona.